viernes, 29 de enero de 2010

Con vida durante un latido

Anoche, alrededor de mi sueño, dormían los astros, dormía el aire, la luz, la mariposa y el ocaso….
Anoche, alrededor de mi sueño, dormían las palabras, dormían los colores, las alas y el vuelo….

Anoche, alrededor de mi sueño, dormía mi alma, descansaba mi cuerpo y yo desvelaba… dormía la luna, el reloj no latía, la ausencia yacía y todo tenía color de sutileza mágica mezclado con insomnio de oscuridad…anoche, alrededor de mi sueño, leía palabras de esas que llaman de amor, palabras de dolor, palabras de esas que riman en bonito y solo relatan dolor y ausencia de perdida….

“”…..Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.””


…y anoche en mi vigilia no entendía esas palabras… (Me hago viejo, me temo)…. anoche entre tanta palabra de lectura-dolor mi pensamiento encendido por la vela de mis ojos pensaba en el dolor que las palabras relataban… en la obstinación innecesaria de tanto dolor, en la pretensión de arder por nada y por todo…. Neruda entre sus versos tenía la llave del secreto y no la veía, no son heridas, no es tristeza….

No se puede ser lo que no se es, si quiso con pasión infinita y peso poco lo que daba, no hay dolor en el desenlace, “”cual por amor el hombre debiera de entender el bien para la otra parte, sea cual sea, este el amado o no……””

Se puede perder la razón en parte, puede que esta se fugue por momentos detrás del corazón, pero por momentos… daños colaterales de amar como “jamás amaste”, pero la llave del secreto esta en que una parte puede amar en “infinito” y la otra en “finito”

En tal caso se puede doler uno mismo de no haber sido la persona apropiada, pero no mas…. En la herida esta la llave del secreto, la herida en realidad es una fiesta, es un saber del mucho amor que aun tienes, lo importante es tener intacta la capacidad de amar…

Anoche, alrededor de mi sueño, miraba por la ventana, buscaba mis límites a través de un ensueño, inmóvil, tendido y cedido, cerraba los ojos para ver mejor en la oscuridad, miraba y escarbaba entre las palabras que me faltan….el paisaje era irreal, la imágenes ficticias y las palabras sonaban a baile con estrellas…..estrellas invisibles y lejanas a la tierra..

Eso era anoche, alrededor de mi sueño, hoy después de todo el día, volvió lo verdadero… mi vida con sus dimensiones de siempre, la luna, el surtidor de estrellas que sigue encapotado, un par de luceros, lo ideales de todas las noches, el repaso del día….. Volvió el reloj con su latido y apareció “El caballo negro y el cerezo”


El caballo negro y el cerezo - KT Tunstall

Ya ves, mi corazón me conoce mejor de lo que me conozco yo misma. Así que dejaré que hable por mí. Yo vine desde un lugar que queda en medio de la nada, con un gran caballo negro y un cerezo. Sentí el miedo tras de mí y él me dijo “No mires atrás, sólo sigue andando”. Cuando el gran caballo negro dijo “Oye muchacha” y dijo, “Mírame, ¿Quieres casarte conmigo?”. Pero le dije que no, no, no, no, no, no. Le dije, no, no, no, Tú no estás hecho para mí. Le dije, no, no, no, Tú no estás hecho para mí. Y mi corazón sintió un gran dolor desde ese momento y entonces lo mantuve sin vida durante un latido, o dos. Le corté algunas venas y no debería haberlo hecho eso, porque no quiere olvidarlo después de todos estos años. Así que lo mandé a ese lugar en medio de la nada con el gran caballo negro y el cerezo. Y ahora ya no quiere regresar, porque allí es feliz. Y ahora tengo un hueco por el que todo el mundo mira. Pero le dije, no, no, no, no, no, no. Le dije, no, no, no, Tú no estás hecho para mí. Le dije, no, no, no, Tú no estás hecho para mí... Y yo fui un… gran caballo negro y un cerezo. No puedo ir allí porque mi corazón me ha abandonado….