viernes, 16 de abril de 2010

Sigilosamente,no lo sé.

Sigilosamente, acompañado del murmullo de la noche, el mar va acariciando las rocas. Me sorprendió la noche en esta playa de peña nevada. Porque cuando las circunstancias no acompañan, por lo general nieva, caen copos y copos, distintos y fríos, y en cambio la gente ajena a todo sonríe, la nieve inclina a las personas con un gesto de sorpresa, incluso con un brillo de ilusión, dulcifican los ojos ajenos la llegada de esta noche en la que nieva…. como una ilusión futura, como cuando de niños, todo estaba por venir.

Nieva hoy en mi city y a esta hora de paisaje, la noche está cubierta en blanco, la playa cambió de color, y la cortina solo deja pasar el frio resplandor de los copos de afuera, frio que suaviza el movimiento agitado de las horas, el vagar cansado de los pensamientos…

Y cada copo en su camino, va cantando y espantando sus penas. Cada copo en su destino, va minando las venas… Y yo aquí, atrincherado en mi trinchera, tirando piedras sobre la ventada de la frontera, sobre lo que separa el cielo de lo contrario, separando lo que me lleva de lo que me arrastras….

Viendo pasar los copos va pasando la vida, y sobre cada copo mi hastío. Y poco a poco sin querer se va uniendo mi corazón con el del copo, se van fusionando como bordes de herida en plena herida, y pasan los últimos ensueños, y las últimas canas, y se entristece la sombra de las cosas bonitas…pasan copo a copo, poco a poco, y la vida se convierte en olvido, se vierte en agua maldita, se divierte sedienta, da sed y no quita la sed, y más honda que la sed que no quita esta el olvido que quita…

Y viendo pasar los copos, miraré las nubes con hábito sordo marinero, mirare el viento, la carga, la dirección, la ondulación del mar y la tierra firme... Mirare las cosas que me dejan perderme, buscare en mi locura el arroyo claro del bosque, donde sembrar mil quimeras, buscare beber en los labios de luna el néctar de los delirios, las caricias miel del éxtasis, y poco a poco descubriré algún lugar sobre el arco iris, o Será mi corazón, será este viejo hotel, que no llamó ni para intentarlo otra vez. Seré yo, será él, nos aplastó el miedo a perder.
Será que se ha juntado todo, que lo quiero a mi modo, que empiezo a deber, no lo sé. Será, que el invierno es muy largo, que no hago pie en el barro, que estoy sola otra vez. Será el alcohol, que no duermo bien, de noche los fantasmas me vienen a ver. Será que yo, todo me lo jugué, no sé de donde tirar, no sé en lo que creer. Será, que siempre apunto alto, que ser fiel es tan saldo, que me sobreestimé, no lo sé. Será, serán los treinta y tantos, que me arden los labios, por besarte otra vez. Otra vez. Otra vez. Otra vez. Será. Será. Será. Será. Que se ha juntado todo, que lo quiero a mi modo, que empiezo a deber, no lo sé, no lo sé. No lo se...