viernes, 18 de julio de 2014

4 horas y 32 minutos


En 4 horas y 32 minutos el astro Sol se posicionara en el ocaso, el efecto de rotación atravesara la línea horizonte y cambiara del hemisferio visible al no poseído….y cuanta ansia envuelve esa última luz que agoniza en su ocaso…

En 4 horas y 32 minutos esa postrera luz se retorcerá en una danza melodiosa y vestirá de mortaja de luz al día...

En 4 horas y 32 minutos y aun así estoy sentado aquí, desde antes de llegar, desde antes de imaginar, agudizando el ojo a esas cuatro horas y treinta y dos minutos…

En 4 horas y 32 minutos este día de imposibles será polvo cedido al tiempo, última luz devorada por las sombras, el destino es así, una danza adagio de un deseo sobre el vórtice más dulce del viento…

En 4 horas y 32 minutos, mi alma seguirá aquí, observando posibles que no existen, deseando imposibles que existen, abriendo brechas sobre el hambriento olvido, delirando deseos sobre apetencias y ausencias…

En 4 horas y 32 minutos seguiré buscando el suelo de esta habitación, y esos latidos de acordeón, y seguiré respondiendo a la vida sobre el papel, olvidar es no saber perder….

En 4 horas y 32 minutos no tengo nada que decir que no hayas oído. Las páginas que escribiré son vasos vacíos.  Botellas raras al amanecer, palabras cansadas de andar por el arcén. .. y no será la última vez…

En 4 horas y 32 minutos seguiré hablando solo porque tú no estás, estaciones de servicio sin más, reconociendo miradas en el bar soledad…

En 4 horas y 32 minutos este vuelo sin motor, dará rienda suelta al sonido de mi voz contra tu voz, y brindara amor sin alcohol por dos….

En 4 horas y 32 minutos seguiré jugando al mismo número por mí, seguiré llenando vasos vacíos de cruda y cruel realidad para embriagarme en botellas de pura idealidad….botellas raras al amanecer, solíamos andar por el arcén…y no creo que esta sea la última vez….


Busco el suelo de la habitación, los latidos del acordeón. Lo difícil es decir adiós, suelo responder a las lágrimas con el papel, olvidar es no saber perder. Bebe y abre la ventana y ves, solo soledad.

No tengo nada que decir que no hayas oído. Las páginas que escribiré son vasos vacíos.  Botellas raras al amanecer, solíamos andar por el arcén. Los años buenos ya se fueron y no sé si es la última vez. 

Hablo solo porque tú no estás, estaciones de servicio sin más. Reconozco su mirada en un bar, solo soledad.

Pasajeros de este vuelo sin motor, el sonido de mi voz contra tu voz. Brindo por el amor sin alcohol, brindo por los dos.

No tengo nada que decir que no hayas oído. Las páginas que escribiré son vasos vacíos.  Botellas raras al amanecer, solíamos andar por el arcén. Los años buenos ya se fueron y no sé…. Lleva lloviendo un año y yo encerrado aquí. Sigues jugando al mismo número por mí. Vasos vacíos enemigos de la cruda y cruel realidad.

No tengo nada que decir que no hayas oído. Las páginas que escribiré son vasos vacíos.  Botellas raras al amanecer, solíamos andar por el arcén. Los años buenos ya se fueron y no sé... si es la última vez.