domingo, 12 de junio de 2011

Dubh Linn - Estanque Negro

Y te amaba, a pesar de la sombra de tu amor distante,
Y te pensaba como aliento de vida y beso
Y te imaginaba en cada instante, apenas sin vernos...
Y me llenaba la calidez de ese poso agrio placer
Y me pintaba de bárbaro embeleso en la cintura de tu recuerdo
Y mi faz entera, muda de semblante, de agrio a dulce, de no ser a ser
Y te amaba, y me turbaba húmedo en tu recuerdo,
Y te perdía en un bosque espeso.
Y me perdía en ti para siempre, con sólo imaginarte, con solo verte
Y te perdiste en un anochecer, en el tu mas eterno
Y mudo tu amor, y quedo mi corazón inerte,
Y deje el jamás sin vivir, el nunca sin consentir
Y te seguí amando como aquel breve instante que diste.



Hay instantes de vida que siempre recordaré ahogados de profundo llanto, hay canciones, lugares, fotos miradas, que mi memoria reproduce con soledad, desde el silencio…

Hay días que me prohíben la risa, hay heridas que aún sangran, hay balas de hielo que nunca se deshicieron, hay frio que decanta mas frio que nadie nota…

Hay sangre como mancha invisible, que destiñe y mata, hay sentencias que hieren frías, otras que mudan heladas…

Hay risas que sin darte cuenta me llevan al recuerdo, otras al dolor, otras al hielo.

Hay dolor y vida mezclados en cada uno de los días, hay hambre, ayuno y opulencia…

Hay olvidados sin derechos que dejo sobre mi pluma callada, pero hay momentos, que silencio tanto, que muerdo tanto, que soy capaz de oírme gritar por dentro...entonces apareces…