En la cara oculta de la duna, la vida queda varada y se amontonan escombros para que me sienta a salvo.
En la cara oculta de la duna tengo mi lado de vida más oculto, a retaguardia, guarecido en la trinchera, agazapado con la espalda arqueada y el tiempo asqueado… y se ha vuelto desinteresadamente sombrío, perdido de ánimo y salvaje entre palabras que querían tocar el cielo y solo tocaron látex.
En la cara oculta de la duna hábito inundado de arena, de principio de todo y de punta de lanza de nada…. Ahogado sobre palabras poesía a pie de nada.
En la cara oculta de la duna tengo un baúl lleno de caricias y romanticismos, de melaza de la de “te echo de menos”, de suavidades imaginarias, de verdades sedientas, de intimidad hambrienta que desborda, que suelta el alma.
En la cara oculta de la duna no hay estrellas pero a veces; enciendo una cerilla… y la tiro a lo alto… y brilla fugazmente… y pido un deseo… y lo dejo soñando conmigo un rato….y el humo de mi estrella baila sobre mí… y me deja solo entre metáforas que hablan de ti.
En la cara oculta de la duna tengo una montaña gris, de restos apilados de la brutal distancia entre el deseo y la vida, entre la distancia de tocarte y soñarte, entre la nada y tú.
En la cara oculta de la duna tengo el insomnio del empeño, la incapacidad de la ilusión, e bolsillo roto y la pistola caliente….el vacío más posible que puede llenarlo todo de nada y nada de todo.
En la cara oculta de la duna tengo el reflejo cansado de los espejos, la desilusión de las arrugas, el cansancio de las canas, y ese timbre agudo que me impide tumbarme y dormir para soñarte.
En la cara oculta de la duna tengo miedo de lo vivido, y un podría confundirme, y un quizá debería….y un único sentir capaz de besarte, aunque me mires con ojos sin saliva.
En la cara oculta de la duna he tratado mil veces de celebrar mi derrota, de emborrachar mi tristeza, y termino riendo sin gracia y escribiendo sobre manantiales faciales.
En la cara oculta de la duna tengo todas las oportunidades que no me diste, todas las ilusiones que pasaste por encima, y la resignación de mi corazón agazapado.
En la cara oculta de la duna tengo a la vida haciendo chispas en la hoguera de las vanidades, porque razones tenemos todos, pero yo, muchas más que vosotros.
