lunes, 8 de febrero de 2010

Madelman’s que se llevan misterios

Y ya lo sé, otra vez ha sucedido,
volaron los manteles y el domingo se hizo especial.
Flotaba en azoteas todo mi deseo,
un solecito bueno y tus faldas al viento,
nada más.
Aeroplanos que saludo moviendo un espejo,
la ropa y tu pelo se movían al mismo compás,


nada más.
Te deslizas como si fueras de viento
y al contacto con mis dedos te desvanecieras.
Si tu magia ya no me hace efecto,
¿cómo voy a continuar?
Si me sueltas entre tanto viento,
¿cómo voy a continuar?,
¿cómo voy a continuar?
Recuerdo que sopló la luna y era en pleno día
y entre aquellas nubes vislumbraste la estrella polar,
y algo más.
Madelmans haciendo slalom por tu cuello,
aire que se lleva mis misterios, hacia el Sur se van.
Y sé que a veces piensas que estoy algo ido,
pero nunca pierdo una sola oportunidad de admirar cómo ...

Nunca tuve un Madelman, así que sentí un gran alivio.... solo son sonidos, palabras, juegos, no fue más que un sueño, cosas que divertían y siguen divirtiendo ……vaya usted a saber….pero bien….es para bien.

Silencio de ese con sabor a dolido,
ilusiones, fantasías y dueños que ya no son
turbio silencio estancado de ese de primeros besos
esperanzas inocentes, convertidas en indecentes
nos quitamos, nos odiamos, nos quisimos

Silencio del alma cansada, con sabor a desgana,
restando caricias, sumando silencios y desencantos.
de lo que soy, invertí lo que tenia,
de lo que tenia, no fue suficiente,
me faltaron alas, o ganas, u otro ser que seria
Seguiré siendo y nada a la vez,

En esta orilla de mi cuerpo, me pierdo sumergido entre mis dedos, sobre el contorno de las palabras, dejo sediento y tímido lo que anhelo, indómito resulta lo que no se explicar, girasoles de ideas despeinadas elogiando astros de esos que dejan tatuadas caricias candentes…

Tocando teclas de letras, que son teclas de un piano, que solo yo se interpretar, sonidos de mi mente una y otra vez, estremece….


Pinto esquirlas distraídas, restos de un cincel,
Adivino surcos de cincel difícil de reconocer
Y el alma se vuelve piedra moldeada a “desantojo”.
Hay esquirlas que lastiman, otras obligan…
ni sentido, ni destino, ni dirección
de nuestros pasos quedan los motivos
lo que hay detrás, lo que queda de un alma.