viernes, 19 de febrero de 2010

Palabras sobre el vahó amarillo del faro

Dice Luis García Montero en sus "Deudas de Juego";

En algunas palabras, quizás en las mejores, suele crecer la hierba. Y yo las imagino a través de sus largas estaciones de lluvia, y las conozco, y no las llamo por su nombre para que el corazón no pueda traicionarme, y las veo pensar en el desierto hasta quedarse secas, hasta sentir el rastro vergonzoso de sus enfermedades.

Entonces es la hora. Decido caminar bajo la luna hospitalaria que comprende la ley de mi paciencia, y de la misma forma que a los ojos se acerca un adjetivo, acerco una cerilla a las palabras para que se consuman y pierdan la maleza, con preocupada lejanía, con silencioso resplandor, igual que las hogueras en la noche.


…y suena lindo….Tibias palabras que a veces parecen dirigirse sobre un sendero árido y agreste… pasos sobre un silencio interminable parecido al ruido de la luna. El exilio de palabras inalcanzables, acallan con presura la soledad y la inarmónica de su sentido deja ausente a un idioma, muerto y desterrado. Y así la hierba indomable deja sobre la partitura de las palabras una sinfonía leve, silenciosa, de brazos cerrados en aguardo tu abrazo.

Aguardo tras la grieta, tras impune certeza de un estado con anhelo, ausente la alegría, cerrada la sonrisa.….



When she belives - Ben Harper

Bueno, si Dios es tan bueno igual que su buena madre, me ha debido de bendecir. Me han bendecido. Y por gracia de ellos te miro y escucho cien violines llorar, y cien ballenas blancas volar. Y es que no hay nada más bonito, que cuando ella cree. Cuando ella cree, en mí. Oh, en mí. Que bien se debe sentir al ser tan joven. Joven y libre. Y una canción que le guste a una reina siempre me gustará a mí también. He escuchado la sabiduría del más sabio. He cenado en palacios y reinos. Pero no hay nada más bonito, que cuando ella cree. Cuando ella cree, en mí. Oh, en mí. Ahora, echo la vista atrás y observo toda mi vida pasar fugazmente, hasta que sus ojos se reencuentren con los míos otra vez. He sido amado por una extraña. Y he escuchado a mi ángel susurrar. Pero no hay nada más bonito, que cuando ella cree. Cuando ella cree, en mí. Oh, en mí.