…en la noche crecen las luces, esas luces que parecen hacer feliz a la
gente… y se acuestan por su propio peso a soñar, sin ver las estrellas del
negro cielo, cobijados en las luces que les dan placer….luces estrellas
artificiales, artificial placer de la noche…
…en la noche existe el baile de después, el amanecer del sueño sobre una
retina desata en delirios iluminados, incolora doble vida donde se mezclan las
idas con las vueltas, las venidas con las avenidas, la razón con la ebriedad,
las ganas con las iguanas….
…en la noche la música renquea entre perdidos ecos y sed... y el resto
son cortometrajes que no vemos, olemos y vemos como vuelo acurruco de un pienso
o quizás de un siento… …en la noche nacen disparos en la nuca que se
transforman en susurros de vida, ilusión mágica desorbitada…
…en la noche la luna se transforma en manantial, en goteo de ebrios de
vivir… y gemido a gemido la noche cae por su propio peso……en la noche la bruma
se abruma suspendida a medio suspiro de un beso… y el resto de vida se
fuga por una rendija, humareda sin tiempo que murmura acunada en un trapecio….
…en la noche cada trapecista
suelta su trapecio en la soledad del toque de queda…
En tu propia fuente llorará
la luna,
con lágrimas hechas de gota de seda,
haciendo que pese la bruma en la bruma
en la soledad del toque de queda,
en la soledad del toque de queda.
La mano que toca queda suspendida,
a medio suspiro apenas del beso,
gemido a gemido se abre la herida
y la noche cae por su propio peso,
y la noche cae por su propio peso.
Por cada rendija, el tiempo vuelve a las casas
como una humareda en la soledad del toque de queda
Una lengua extraña murmura su precio
y otra lengua paga moneda a moneda.
Cada trapecista suelta su trapecio
en la soledad del toque de queda,
en la soledad del toque de queda.