domingo, 8 de junio de 2014

181 Desvaríos obcecados.

Hay una muchedumbre de palabras amenazando en la orilla, hay un despertar distinto de la vida que no se encuentra, hay un incoherente en una mano que no encuentra la otra… hay un sentido en las palabras que ladran, que dicen cosas que no piden, que cuentan cosas que no dicen…

Hay un ajeno que es la vida misma, un Ininteligible que tacha versos, que lee poemas que aún no están escritos… hay un algo que besa caricias, que ametralla amapolas, que perdona delirios al filo de la locura…

Hay un impulso animal a amar, un olvidado en ningún sitio que ansia a querer, que agravia soledad, que encuentra y reclama….hay ruido de fondo que rellena las palmas vacías, un sostener que  aprende a volar….y vuela…

Hay una gota que inunda y baila, que nunca llega al suelo, que cae en un vuelo que sostiene su codicia….

Hay una brisa que no rompe, que empapa nítidos momentos, que es equilibrio de polígonos de la sin razón, que agolpa perdidos que sienten y asiente… que es ceniza suicidio…

Hay un jamás que ríe a los delirios, un último suspiro en el sonido de las cosas que abre incomprensibles, que define y reclama…que impulsa y amortaja…

Hay reojo en la mirada que busca todos en todas las cosas, que encuentra siempres en cada jamás…

Hay un marchando a la francesa que saltó a tiempo de explotar, un aunque no quiera dura siempre sin mas… un empeñó del alma a saltar a tiempo que explota aunque no quiera y le tiene ganas a cada mañana, a cada madrugada… que lo tiene todo y no cuenta nada..

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Ella le dio todo, más de la cuenta. Él se fue marchando a la francesa. Ella de boca en boca, él de cama en cama. Todos lo sabían y ella nada. Saltó a tiempo de que explotara y aunque no quiera, le tiene ganas. Tocó el infierno cada mañana, no dura siempre la madrugada. Ni en lo bueno, ni en lo malo, ni de cara. Jekyll en la calle, otro en casa. Ella se empeñó en quererle y empeñó el alma. Se pasaron todos juntos de la raya. Saltó a tiempo de que explotara y aunque no quiera, le tiene ganas. Tocó el infierno cada mañana, no dura siempre la madrugada. Ella le dio todo, más de la cuenta.