miércoles, 6 de abril de 2011

Pupila de agua fría

Me sorprendí mirando, ojos en solitario, atónito en la alucinación… atontado de saliva, aroma, néctar y arena de tu cuerpo…

Me advertí curioso, concentrado en la intensidad de tu silueta… en las noches junto a tu cuerpo…en los besos frente a tu boca…

Me descubrí unido a ti, sorprendido y correspondido… espiando cada uno de nuestros besos, gritando sobre el recuerdo de tus ojos, inconexo sobre la expresión de mi propio deseo de ti…

Me sorprendí, me advertí, me descubrí… sobre estos primeros latigazos de luna acariciando esquirlas de tu alma que aun reposan en la mía, y me dirijo a ti entregándote en vuelo mi bitácora de vida, mi circulo de fuego...



He conocido lo hermoso de vivir, la regencia de la tontería, la bondad, la desidia, la fuerza, la ignominia, y un círculo de todo que me permite amar, entregarme, y sentir el destino desierto de mi eterna búsqueda.

He aprendido la verdad de la sabiduría en el transito de las realidades, me he percatado que la altura de mi vuelo es mas clara cuanto mas acorta su altura de vuelo…he aprendido que en lo sencillo esta la vida…

He visitado el silencio, la esencia de lo humano, la vida oscura llena de espejos que muestra el bien y el mal en unidad confusa, he buscado querer junto a ese vacío y resulto ser sólo falso reflejo donde descender la altura de mi vuelo...

He condenado al silencio de callar un secreto, la verdad, la única equivocación capaz de salvarte y redimirte ante cualquier revelación…y mi única verdad se encuentra: entre los pliegues de tu piel callada…

una verdad escueta donde duelen los ojos de tenerlos vacios de tu cuerpo retenido…

una verdad perdida sin el tacto de tus manos, con el palpo aire de tu ausencia…

una verdad que golpea sobre mis labios de sed de tenerte en palabras que repiten tu nombre…

una verdad que desea rescatarte en besos desde la ausencia en que tú me gritas…

una verdad que me está esperando deshabitada sobre el ocio de tu carne…