sábado, 23 de enero de 2010

gota de luz ámbar diluida



… aprendí que una gota contiene toda la magia de las palabras, que puede pintar el alma, descubrí que además debes confiar…..confiar e intentarlo hasta que el brillo de esa gota deje de existir, admirar esa magia hasta que la gota deslizándose llegue hasta el vértice de la hoja…. esa gota podía llevar mis sueños hacia un viaje eterno y necesario.

… aprendí que el sentido de una gota se define cuando puedo nombrarlo, cuando por si sola sabe trascender mas allá de abandonar la hoja…. Aprendí que muchas gotas viajan en el viento, perdidas de hojas….que en algún lugar serán nuevamente recogidas por otra hoja, y sumaran nuevos destellos, colores, texturas, olores, hasta que sean vuelo nuevamente o no.

… aprendí a ser anónimo de hojas, a ser gota en el viento, y en ese vuelo voy a apostar al todo y doblarlo, apostare por la magia de una sonrisa sin dobleces, a querer sin saber cómo, sin saber cuando, y al mismo tiempo le daré cuerda al reloj oxidado de los deseos…

Voy a apostar a ciegas, aunque a veces sienta el corazón grisáceo, porque aun cuando sienta que el invierno me mece con su abanico helado, me sigo deseando gota sobre hoja tersa de castaño.

Voy a apostar por el último pétalo de invierno, y sus ojos transparentes, voy apostar por todo lo confundido:
quise alcanzar una estrella, y la piel me avisaba que formaba parte de ilusión ajena pasajera .....
quise soñar... y soñé en brazos con otro destino........
quise desear y fui quimera de noche apagada, sin candil.........

Voy a apostar por lo que será, por ese amanecer de rayos, por la luz ámbar diluida que deja la luna cuando se marcha...