lunes, 2 de mayo de 2011

...tampoco te encuentro hoy.

Al diablo con hacer todo bien, al diablo con peinarme con gomina, al diablo con el traje y la oficina, al diablo con vivir tan inseguro, al diablo vivir tan reprimido, al diablo con prohibirme de las cosas que me causan placer y pasan cosas, al diablo con pensar que no hay más, al diablo con dejar de fumar……… al diablo con todo……..que me sigan llamando loco.



Ella siempre guardaba invierno en la fresquera durante el verano, no quería alejarse de él más de lo necesario, le gustaba su frio, no podía decirle hasta pronto como hacíamos los demás, así que ella lo iba guardando a cachitos para que cuando llegara el verano pudiera mirarlo y saborearlo….a veces lo sacaba y entretenía su día de junio con él al regazo, dejaba que el frío la untara el alma y los huesos, asumía su día insatisfecho y quedaba satisfecha… lo guardaba con cuidado de nuevo en la fresquera para que no se deshelara por completo……para otro día gris de verano o primavera……

.-¿Cómo sería un verano sin invierno? - me dijo un día al llegar de la oficina….

.- Ya sabes que no comparto tu asiduidad al frio, pero imagino que para ti seria igual que una sopa fría… - le contesté sobre un beso....

.- -Sería como tus besos sin barba - dijo ella, acariciándose la cara….

Estaba muy guapa, aunque hace tiempo que no puedo con su manía por el invierno y su templanza en su pasado nos había alejado más de la cuenta. Supongo que ella es de esas personas con suerte en la vida, sin mayores riesgos en ella…y aun asi…. Ella siempre miraba el invierno con ternura, yo celaba de su querer, pero no quería convertirme merluza congelada para sacar en cenas contadas….

Sonreímos los dos después de aquel absurdo dialogo, nos gustaban los diálogos locos porque estábamos seguros de que nunca conoceríamos las respuestas. Yo nunca sabría porqué el invierno estaría allí siempre para Ella, y ella nunca entendería mi locura por vivir sin tregua… así que nos reíamos mientras hacíamos la cena… , sin que nos diéramos cuenta, o viceversa nos íbamos conociendo más con aquellos diálogos, y nos alejábamos más de lo que nos parecía….

Comenzamos a cenar, la mire a los ojos, sabor amargo en su rostro, acidez y pena del poso de los años, de sus vivencias, de sus frustraciones, hoy será una noche de invierno de esas que le gustan….y es primavera….. (¡¡ dios!!)…. Tiene esa pena en los ojos que a veces le asediaba en él al borde de su ser, siempre termina huyendo sobre el sueño en desbandada, y compartimos nada sobre habitaciones separadas, sin nada qué sacie el hambre, la herida, el hastió, o lo que tenga….

-¿ha pasado algo diferente hoy? – pregunte sin querer conocer la respuesta, su rostro estaba quebrado y enrarecido, se le pegaban las paredes del invierno a gritos… Ella sonrió con apretada mueca, amargura crónica de sus días “off”, uno más de tantos conocidos, estaba a punto de conocer una respuesta de aquellas que me habían hecho caer en brazos de menos heridas y mas vida…

-Solo el tiempo, solo eso, corre, vuela y se marchita – contestó con esa desgana ausente…. Seguía pensativa, dando vueltas a la cena e intercalando bocados de pajarito, como siempre en estos días….los dos hacíamos como si nada, pero flotaba en el aire la sensación de lo irreal mas palpable… la mentira más pura es lo más parecido a la decepción.

-¿Hoy no tengo ganas de ir al cine, porque no llamas a alguien y te da el aire un poco? – dijo ella.

-Bueno, llamare a Marta – conteste … me dio por pensar en la piel almibarada de Marta, en el color de su sonrisa, en tanto verano en sus ojos, en sus continuas invitaciones a volar…. La mire a ella… deslucida hasta el gris marengo, ausente como tantas veces la había visto.

-No, me quedare escuchando música- rectifique, justo en el palo…uffff…. Ella levantó la vista de la nada infinita, y dijo nada, total….soy preso de mi propia trampa, de ese tren que pasa, de la paloma que me arde en el tercio de los sueños. Media verónica flaca y todo lo demás, es jugar con fuego al filo de las heridas…………….